Impresora 3D
La impresora 3D es uno de los mayores avances tecnológicos de nuestro tiempo. Asomaba, no hace tanto, de manera tímida, para pasar a convertirse en proyectos y proyectos que desean facilitarnos la vida, sobre los que oímos hablar ya con frecuencia.
Ya en el 2012 Fuerakilos publicaba “Nutrición y Alimentación. Sorprendente Noticia” donde te hablábamos de la creación de alimentos a través de impresora 3D. Posteriormente, publicábamos varios artículos en los que te contábamos nuevas noticias sobre esta fantástica tecnología “Crear Alimentos con Impresoras 3D” y “Impresora 3D y Medicamentos. Noticia”.
En estos años hemos visto múltiples aplicaciones realizadas con esta tecnología, desde estatuillas personalizadas hasta prótesis para rodillas, pasando por un sinfín de productos, a cada cual más sorprendente.
Ya no resulta extraño verlas en comercios específicos de grandes superficies aunque sólo podamos observarla como mera curiosidad y no en funcionamiento y con frecuencia nos quedemos parad@s frente a ellas sin saber muy bien cómo funcionan exactamente y cómo es posible que puedan “fabricarse” tantas cosas con una máquina que a priori parece tan sencilla pero tan misteriosa para la mayoría de nosotr@s.
Hoy, volvemos a hablar de la impresora 3D porque estamos encantad@s de ofrecerte una noticia que sin duda te gustará y es que, por primera vez en el mundo se ha conseguido trasplantar, en un paciente que había sufrido un sarcoma en la pared torácica, un esternón y costillas.
Para conseguir extraer el tumor de este paciente, los cirujanos tuvieron que eliminar parte de su esqueleto que impedía la eliminación del tumor. La buena noticia es que, gracias a la impresora 3D, ha sido posible diseñar un implante específico para las necesidades concretas de esta persona y se ha podido replicar la estructura del esternón y las costillas.
El Hospital Universidad de Salamanca, en España, contactaba con la empresa Anatomics, de Australia, que conseguía crear un modelo 3D que más tarde imprimiría el laboratorio Lab 22, para concluir el trabajo.
Una vez consiguieron terminar la pieza, esta volvió a Salamanca, donde se le implantó con éxito al paciente, que sigue evolucionando de manera satisfactoria.
Otra victoria más para la tecnología de la impresión 3D que parece haber venido para quedarse y regalarnos vida.
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