El agua, artículo de lujo
La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) es una organización española que defiende los derechos de los consumidores. Ahora, ha lanzado una campaña para fomentar el consumo de agua del grifo en restaurantes.Hay países en los que habitualmente se sirve una jarra de agua sin necesidad de pedirla. En algunas comunidades españolas, como el País Vasco, ya es una práctica usual aunque el debate está servido. Por qué? La industria sale “al rescate”, porque jugosas ganancias parecen escurrirse por entre sus manos como si de agua (nunca mejor dicho) se tratase.
“Pídela” nos dice la OCU, “Sírvela” pide a los restauradores.
La razón es muy sencilla; el agua del grifo es gratis, no puede cobrarse a no ser que se especifique en la carta.
Las personas que consumimos agua en nuestras comidas vemos los exagerados precios que tenemos que pagar cuando la pedimos en cualquier cafetería o restaurante, como si de una bebida alcohólica se tratase.
Y aquí es donde la industria del agua se rebela. Supondría una merma considerable de sus beneficios ya que en España, el consumo de agua envasada supone más de 1000 millones de euros anuales. Por otra parte, para las administraciones supondría crear legislaciones que obliguen a servirla sin ningún tipo de coste para el consumidor.
Las personas que consumimos agua en nuestras comidas vemos los exagerados precios que tenemos que pagar cuando la pedimos en cualquier cafetería o restaurante, como si de una bebida alcohólica se tratase.
Y aquí es donde la industria del agua se rebela. Supondría una merma considerable de sus beneficios ya que en España, el consumo de agua envasada supone más de 1000 millones de euros anuales. Por otra parte, para las administraciones supondría crear legislaciones que obliguen a servirla sin ningún tipo de coste para el consumidor.
Como imaginarás, la industria no ha perdido el tiempo y ha lanzado una agresiva campaña en la que asegura:
- El agua del grifo es mala.
- El consumidor no sabe quién ha manipulado el agua del grifo.
- El cliente, afirman, pedirá otras bebidas que pueden resultar menos económicas y saludables que pedir agua embotellada, ante el desconocimiento de la procedencia del agua.
- El agua podría desperdiciarse en caso de que los comensales pidan otras bebidas y haya que servirla igualmente, de manera gratuita. Y qué ocurre con el agua del baño de los establecimientos hosteleros? Nos la cobran? Acaso deberían cobrarla?
- Se consumiría en exceso, al no cobrarla y podría llevar al desperdicio.
- Sería un coste añadido para los establecimientos porque, a pesar de que se serviría gratis, para los restauradores no es gratis.
Lo cierto es que algunas de estas razones expuestas resultan incluso ridículas, aunque nos han dado alguna incluso más absurda como:
- La categoría agua cae, al verse como algo sin interés y sofisticación, por el hecho de ser gratuita.
- La gratuidad nos empujaría a consumir bebidas alcohólicas o con azúcar, al desprestigiar el agua.
Entendemos que la industria se sienta amenazada por las pérdidas que se avecinan. Quizás, esta nueva campaña “pídela, sírvela” podría suponer una llamada de atención sobre lo exagerado de los precios del agua en el sector hostelero, a todas luces excesivo.
Ahora nos queda por saber qué ocurrirá por parte del sector de la Hostelería y la Administración. En diferentes lugares de la geografía española ya se han negado a incluir la obligatoriedad legal mientras otros se muestran receptivos al cambio. No debería resultar extraño cuando muchos países europeos y americanos cuentan con una regulación al respecto pero probablemente, las presiones por parte de la industria supongan cierta dificultad a la hora de tomar decisiones sobre esta cuestión.
Ahora nos queda por saber qué ocurrirá por parte del sector de la Hostelería y la Administración. En diferentes lugares de la geografía española ya se han negado a incluir la obligatoriedad legal mientras otros se muestran receptivos al cambio. No debería resultar extraño cuando muchos países europeos y americanos cuentan con una regulación al respecto pero probablemente, las presiones por parte de la industria supongan cierta dificultad a la hora de tomar decisiones sobre esta cuestión.
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